El echo de formar parte de la "sociedad de la información", nos incita - directa o indirectamente - a dudar continuamente sobre nuestra vida. Tenemos acceso a tanta información, y perdón por la reiteración, que nos olvidamos de improvisar, de vivir, o incluso de equivocarse. Nos hemos vuelto menos libres y más críticos con nosotros mismos. Quizás, por el afán de perfección.


¿Cuantas veces hemos recurrido a google para encontrar una solución a un problema? Y de estas tantísimas veces, ¿Cuantas hemos acabado haciendo - o por lo menos, probando - lo que nos decían?


Quizás es contradictorio que escribamos esto en un blog. Y más, siendo su objetivo el de responder las miles de preguntas que nos surgen. Pero la diferencia está en el cómo. A estas alturas, ya no dejaremos de "sobreinformarnos". Pero, por lo menos, cuando lo hagamos, que nos recuerden la espontaneidad del ser humano y su magnífico poder de equivocarse.

CÓMO ser creativa

  


El poder de cómo ser creativa. Parece fácil, ¿no? Pues bien, la creatividad no es algo que se pueda definir de manera exacta. Es cierto que encontraremos millones de entradas en google que describirán el concepto como: "facultad que alguien tiene para crear y a la capacidad creativa de un individuo", "la capacidad artística de una persona", "arte", "originalidad", y un largo etcétera de definiciones que no nos interesan.
Nosotras consideramos la creatividad como un concepto que TODAS llevamos dentro pero que pocas sabemos utilizar. Es la capacidad de ver fuera del marco, de mirar por encima y ver la solución, es saber innovar. 
Se trata de cambiar el camino viejo y conocido, por otro nuevo. Y el primer paso, es no escuchar. Y ahora mismo estarás pensando, ¿Pero qué está diciendo esta mujer?, pues sí, no escuchar sería el primer paso. Cuando no sabemos, tendemos a preguntar a nuestro alrededor cuál sería la solución a nuestros problemas y acabamos obteniendo respuestas típicas, estereotipadas o incluso fáciles. Si preguntamos a nuestros padres, serán respuestas "retrógradas"; si preguntamos a nuestra amigas, serán respuestas típicas; si preguntamos a nuestros hermanos, inútiles; si preguntamos a un psicólogo, serán respuestas demasiado profesionales.
La respuesta la tienes TÚ. Y es por eso que el segundo paso es hablar, contigo misma y  en voz alta. Hablarte a ti misma, explicarte tu problema. Tantas veces como haga falta. De tantas maneras como se te ocurran.Verás que de tantas vueltas, ese problema que veías tan grande se habrá hecho un poco más pequeño. El secreto es ser tu propia psicóloga, tratar de buscar la razón, el núcleo y el porqué de eso que tanto te marea. Porque tu misma sabes la respuesta -aunque cuesta admitirla-. 
Cuando ya hemos expuesto el problema, encontrado el foco, la solución y el nuevo camino. Solo hace falta el último paso, QUERER. Y es que si tu misma no quieres afrontar el problema, nadie más lo va a hacer. A veces tendemos a quedarnos en una posición cómoda, porque nos da miedo afrontar la verdad. Nos da miedo padecer más de lo que ya estamos haciendo, pero como todo en la vida: ¿quién tiene el guión del futuro? Nadie sabe que pasará, pero si no lo pruebas mucho menos. La vida es de valientes. 
En conclusión, la respuesta a tus preguntas solo la tienes tú. Que serán recopilaciones de todo aquello que hayas vivido. Como los demás. Por mucho que sea tu madre, tu padre, tu hermana, tu amigo, tu profesor... Te podrán dar los lápices para poder escribir. Pero el libro, lo tienes tú.  

Pd: y recuerda: "solo aquellos que viven grandes aventuras pueden contar grandes historias".  

Comentarios

Entradas populares